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¿CONOCÍAS LA ECONOMÍA DE LA ROSQUILLA?

Kate Raworth explica en su libro titulado “Economía de la Rosquilla” (versión original en Inglés “Doughnut Economics») las 7 maneras de pensar la Economía del Siglo XXI.

Libro economía de la rosquilla
Libro economía de la rosquilla

Es probable que no hayas escuchado hablar mucho sobre éste modo de pensar, en especial, cuando nos alejamos de la economía por considerarla una cuestión política. Creemos que la economía sólo tiene relación con el PIB de un país, la productividad de las empresas y los impuestos. Externalizamos nuestro conocimiento de la economía para aquellos en posiciones de poder político, cuando en lugar de ello, deberíamos interiorizarla y conocerla a más profundidad partiendo desde las finanzas personales en nuestro núcleo familiar.

De hecho, el primer término que se definió de la economía fue en Grecia como “administración de la casa”. Originalmente, se trataba de cómo se administraría los bienes o recursos de la casa. De allí, por supuesto, ha ido evolucionando su significado a través del tiempo y por diferentes pensadores. Pero la economía no deja de ser parte esencial del hogar y de cada individuo. Así que, es de suma importancia que prestes atención como el sistema económico actual condiciona cada mínima administración de tus finanzas personales o familiares.

Este libro, inicia con una introducción sobre cómo ha sido concebida la economía desde siglos pasados, comparándola con la de nuestro siglo XXI.

Al parecer, no hay mucha diferencia en los modelos de pensar de hace más de 50 años. Pero, teniendo en cuenta los avances científicos y tecnológicos vividos en éste mismo periodo ¿Debería replantearse los marcos teóricos económicos sobre los que nos basamos, no crees? Es decir, si desde la invención del microprocesador avanzamos exponencialmente x10, ¿por qué continuamos bajo unos esquemas de retroceso exponencial a la inversa de –x10?.

Kate Raworth nos ofrece un ángulo con una perspectiva desde la sostenibilidad del planeta tierra hasta la misma dignidad de vida de cualquier ser humano. Pone sobre la mesa valores antes que monedas, prosperidad por encima de crecimiento, regeneración sobre degeneración.

Una de las primeras críticas que realiza en el libro, es el objetivo económico de Crecimiento medido en términos del PIB.  En el año 1960, Estados Unidos se unió a otros destacados países industriales para crear la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), cuya principal prioridad era lograr «el mayor crecimiento económico sostenible», donde sostenible hacía referencia, no al medio ambiente, sino al propio crecimiento de la producción.

Ese crecimiento económico se ilustra con una gráfica de una línea ascendente hacia arriba y hacia adelante. Convirtiéndose en el indicador de “crecimiento”, de que lo estamos haciendo “bien” y que por tanto, hemos de continuar así de forma continua e infinita a costa de lo que sea.

Esto es precisamente, lo que más se discute y se re-plantea. Es ese “a costa de lo que sea” lo que nos pone a pensar en la problemática ambiental y social que vivimos actualmente. Donde emergen cuestionamientos acerca de la utilización desmedida y brutal con la que las grandes industrias explotan cada centímetro de nuestros recursos naturales. Acerca de las políticas laborales injustas y precarias en países donde la dignidad de vida está por debajo de la miseria. Y acerca de cómo todos somos testigos del ineficiente control y regulación de ciertos productos o servicios que desmejoran nuestra salud.

 Entonces es aquí donde la autora se detiene a pensar, ¿cómo podemos CREAR un nuevo modelo económico que ayude a aliviar éstas problemáticas? ¿cuál sería la mejor manera de representarlo gráficamente? ¿qué se debe priorizar? ¿por dónde empezar?.

Para iniciar a dar solución gráficamente, Kate ha diseñado un interesante diagrama donde expone los principios fundamentales que deben regir una nueva economía no-en-línea-recta, sustituida en su totalidad por un Circulo.

Éste círculo encierra 3 anillos: el anillo interno es el Fundamento social, el anillo externo es El Techo Ecológico y en el medio encontramos la Economía Regenerativa y Distributiva el espacio seguro y justo para la humanidad.

Estos son los límites internos y externos de éste diseño, donde todo Exceso que supere el Techo Ecológico, generará unas alteraciones en el medio ambiente como: pérdida de biodiversidad, contaminación atmosférica, reducción de la capa de ozono, acidificación de los océanos, y los otros 5 límites planetarios (véase gráfico). Y toda Deficiencia por debajo del Fundamento social que cubre nuestra salud, vivienda, equidad social, educación, renta y trabajo, y demás, supondrá una violación a nuestros principios de vida fundamentales y degeneración de la misma.

 Por consiguiente, si deseamos tener una economía donde la prosperidad humana y la armonía con la naturaleza estén sincronizadas, hemos de mantenernos dentro de estos límites. Las empresas, gobiernos, comunes y personas deben considerar estos fundamentos, deben de crear soluciones para lograr una economía  que sean regenerativa y distributiva por Diseño.

“En lugar de dar prioridad a indicadores como el PIB, el objetivo debería ser incrementar las posibilidades existenciales de las personas — como las de estar sanos, investirse de poder y ser creativos— para que puedan decidir ser y hacer en la vida aquello que valoran”.

¿Pero qué significa ser regenerativo y distributivo por diseño?

En una frase del libro, se explica como “Una economía distributiva por diseño es aquella cuya dinámica tiende a dispersar y hacer circular el valor a medida que se crea, en lugar de concentrarlo en cada vez menos manos. Una economía regenerativa por diseño es aquella en la que las personas participan plenamente en la regeneración de los ciclos vitales de la Tierra de modo que podamos prosperar dentro de los límites planetarios”

Si cada nuevo proyecto que tuviésemos, tanto de emprendimiento como negocio o empresas dieran valor a los 5 factores humanos –población, distribución, aspiraciones, tecnología y gobernanza— ayudarían a configurarán de manera significativa las perspectivas de la humanidad de situarse en el espacio seguro y justo de la rosquilla.

Además de aportar a la generación de mejores condiciones para el medio ambiente natural, iniciaríamos con ideas más novedosas y sostenibles que garanticen el futuro progreso de las generaciones venideras, los animales y la misma naturaleza.

Para ser diseñadores regenerativos, hemos de cambiar la manera en que nos hacemos preguntas, reemplazando la vieja ortodoxia empresarial de “¿Cuánto valor financiero podemos extraer de aquí?” y cambiarla por “¿Cuántos beneficios diversos podemos incorporar aquí?”. Sin desconocer que, el diseño industrial regenerativo solo puede realizarse plenamente si se sustenta en un diseño económico regenerativo.

“No esperes que el crecimiento económico reduzca la desigualdad, porque no lo hará. En lugar de ello, crea una economía que sea distributiva por diseño”.

La autora plantea ampliamente cada uno de sus conceptos basándose en teoría económicas de Economistas clásicos y contemporáneos. También ofrece diversos ejemplos en distintas culturas sobre lo que significa la cooperación en una comunidad y su relación con los recursos naturales; el diseño de monedas complementarias al dinero tradicional; la necesidad de la economía circular y ser agnóstico ante el crecimiento.

Continuaría relatando los puntos más importantes de la economía de la rosquilla, pero te recomiendo su lectura. Además de estar publicado en el año 2017, te expone en 7 capítulos las 7 maneras de pensar ésta economía:

1.      Cambiar el Objetivo

2.      Ver el panorama general

3.      Cultivar la Naturaleza Humana

4.      Aprender a dominar los sistemas

5.      Diseñar para Distribuir

6.      Crear para Regenerar

7.      Ser agnóstico con respecto al crecimiento

Por cierto, un ejemplo citado en el libro que captó mi atención, y que evidencia a nivel histórico como las sociedades tradicionales han vivido basándose en un principio de suficiencia, fue la respuesta de los CREE del norte de Manitoba en el siglo XIX a los comerciantes Europeos: Con la esperanza de adquirir más pieles, los europeos les ofrecieron precios más altos: la reacción de los CREE fue llevar menos pieles a la factoría, puesto que ahora necesitaban vender un menor número de ellas para obtener los bienes que necesitaban a cambio. Esto cuestionó las expectativas de los economistas.

Es momento de replantear nuestros viejos esquemas, y darle paso al progreso de forma sostenible.

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