Parte 1 Resumen del Libro «Cuestión de piel»

Guiándome por lecturas de libros escritos por expertos en temas relacionados con la química, salud y dermatología, iremos adentrándonos en el conocimiento de nuestra piel y cuerpo para saber si realmente necesitamos ciertos productos cosméticos. Hoy iniciaremos la primera parte del resumen del libro “Cuestión de piel” de la Doctora Yael Adler Dermatóloga Alemana.
La piel asume importantes funciones de protección tanto del exterior como del interior, nos defiende ante los productos químicos, las toxinas y los alérgenos, combate los ataques biológicos de toda clase de agentes patógenos y opone resistencia mecánica. Aunque la mayoría de los cosméticos son de uso tópico que se aplican directamente sobre la superficie de la piel, hemos de conocer la estructura de la piel a mayor profundidad. Iniciaremos desde la capa exterior hasta llegar a la interior.
LA EPIDERMIS
La tarea más importante de la epidermis tal vez sea defendernos de los intrusos del exterior a través de la barrera cutánea. Se compone de cuatro capas de células distintas: una capa de células bebés (estrato basal germinativo), una capa celular adolescente y juvenil (estrato espinoso), una capa de células adultas (estrato granuloso) y por último una capa de células muertas (estrato córneo).
Una vez muertos, cuando pasan a formar parte de la capa córnea, estos se desprenden de su herencia, que consiste en proteínas y ácidos grasos. Me refiero a las beneficiosas «ceramidas» de las que habrás oído hablar en la publicidad de cremas para cuidado cutáneo. Todas las células de la epidermis empiezan siendo células germinales. En el transcurso de cuatro semanas, desarrollan los diferentes estadios celulares hasta llegar a la superficie, donde crean la verdadera barrera de protección en la parte superior. Por tanto, durante su trayectoria vital las células de la epidermis migran desde el interior al exterior.

LA CASPA
Se produce cuando las células del estrato espinoso se saltan la fase queratinocítica (en el estrato granuloso) y migran directamente a la Capa cornea (en el Estrato corneo). Es parecido a saltarse la pubertad, si los queranocitos no han tenido tiempo para madurar, se desprenden en forma de caspa.
La caspa se debe sobre todo a inflamaciones de la epidermis, denominadas eczemas. Cualquier leve inflamación de la superficie cutánea desencadena un desprendimiento acelerado de las células, dado que el cuerpo desea soltar algo, una irritación, un alérgeno, un germen o la sequedad. Y la piel cree que, al acelerar la renovación celular, soltará más deprisa ese lastre: en los eczemas y la psoriasis, el viaje de las células a través de la epidermis es de solo unos cinco días en vez de cuatro semanas. Así que, cuando vemos caspa, estamos ante un estado a medio camino de una afección que o bien sanará en algún momento por sí misma o bien requerirá tratamiento médico.
LOS LUNARES
En la membrana Basal encontramos los Melanocitos y sus hermanos los nevos melanocitos. Un Lunar es la acumulación de melanocitos que anidan juntos. Estos son variantes de melanocitos inútiles, que no hacen nada, son más bien superficiales y poseen generalmente una coloración marrón claro. Muchos se originan y afloran a lo largo de la vida y algunos vuelven a ocultarse en el fondo del tejido durante la vejez.
AMPOLLAS, HERIDAS Y CICATRICES
En la misma estructura basal, la capa situada entre la primera y segundo planta subterránea, tiene una forma ondulada, gracias a ésta forma el ensamblaje entre la epidermis y la dermis situada debajo resulta más estable. Sin esta estructura dentada la epidermis se levantaría enseguida como ocurre con las ampollas. La ampolla es un espacio hueco entre las dos capas de la piel que se llena de linfa y como por allí pasan numerosos tejidos nerviosos, la ampolla duele.
Cuando tenemos una herida y la dejamos sanar al aire libre, se genera una costra de materia muerta. Una costra bloquea el avance del crecimiento celular en los bordes de la herida y la curación tomará más tiempo, pero un ambiente húmedo (como el generado por los apósitos de hidrogel) favorece a que las células de la epidermis se regeneren de mejor forma posible.
Existen distintos tipos de costas y cicatrices. De la primera encontramos: Costras rojizas y negruzcas (producto de heridas que sangran), costras amarillo claro (hay liquido seco de los tejidos procedente de vesículas cutáneas o ampollas) y costras que adquieren una coloración anaranjada (que es indicio de una infección bacteriana).
De la segunda existen: Cicatrices normales, Hipertrófica y Queloide. Para Favorecer el proceso de cicatrización después de una herida –si la cicatriz ya no está húmeda- aplícate durante varias semanas e incluso meses un gel o un apósito de silicona.
LA DERMIS
Nuestra dermis equivale al cuero animal, ésta no solo aporta resistencia, sino también elasticidad a la superficie cutánea. Aquí se localiza el climatizador de todo el cuerpo y la recorren vasos sanguíneos y linfáticos, glándulas sudoríparas, glándulas sebáceas, y por último también se encuentra una significativa avanzadilla del sistema inmunitario.
La dermis posee 2 milímetros de espesor, proporcionando estabilidad a nuestra piel. Está repleta de tejido conjuntivo, formado por recias fibras de proteínas debidamente resistentes y se encuentra rodeada de otros filamentos de resorte en forma de diminutas espirales que contribuye que la piel recobre su forma después de estirarse o tensarse.

Junto a su función estabilizadora de la temperatura corporal, la dermis tiene muchas más cosas que ofrecernos: abastece a la piel de oxígeno y nutrientes, envía importantes informaciones al cerebro y sirve de apoyo al sistema inmune.
Lamentablemente va perdiendo firmeza debido a un proceso natural de envejecimiento y un proceso acelerado debido al sol, los cigarrillos, el estrés, la falta de sueño, la mala alimentación y el escaso movimiento hacen desaparecer nuestras fibras de resorte.
LA SENSIBILIDAD Y EL VELLO ERIZADO
La piel y el sistema nervioso se desarrollan a partir de las mismas capas de células en la fase embrionaria. ¿Por qué el rose de la piel es tan agradable? Esto ocurre por obra de células y fibras nerviosas, así como mensajeros químicos, los pilares de nuestro sistema nervioso. A través de pequeños receptores sensoriales que están distribuidos en el tagumento, registra cualquier dato del medio exterior: Los estímulos que provocan el roce, presión, vibración cambio de temperatura y dolor. A través de una gran superficie de fibras nerviosas que pasan por debajo de la dermis, la piel transmite la totalidad de esta información al sistema nervioso central.
Aquellas aéreas de nuestro cuerpo que son recorridas por una tupida red nerviosa ocupan un amplio sector del cerebro, mientras que otras dotadas con menos intervenciones, solo ocupan una pequeña parte. Si nos imaginaramos estas zonas de la corteza cerebral como si fuera una persona, se vería así:

LAS FEROMONAS, EL SUDOR Y EL OLOR
Se distinguen 2 tipos de glándulas: Las sudoríparas clásicas y las odoríferas. Existen alrededor de 3 millones de glándulas sudoríparas repartidas por toda la superficie cutánea a excepción de los labios y el glande. Especialmente numerosas en la planta de los pies y en las axilas. El sudor contribuye a mantener el ph ácido en el manto hidrolipídico y regular la temperatura.
El sudor que proviene de las glándulas odoríferas está enriquecido con grasas y proteínas y poseen otras sugestivas funciones: sus conductos excretores no terminan en la superficie de la piel, como las glándulas sudoríparas, sino en el músculo erector del pelo. El vello púbico como el cabello de la cabeza, sirve para atomizar feromonas de atracción sexual. Desde la pubertad todos olemos a las sustancias olorosas del propio cuerpo en la región genital, anal, debajo de las axilas, algunos puntos de la cara, en la cabeza, el torso y los pezones. Es el perfume más genuino.
Por ello, los hombres se sientan con las piernas abiertas y las mujeres se echan el pelo hacia atrás convirtiéndose en una conversación erótica. Debido a esto, a menudo los seres humanos tienden a elegir una pareja que intensifica sus propios mensajeros odoríferos –aunque los perfumes, jabones, champús, etc. pueden distorsionar el aroma-
EL SEBO
El olor del sebo es individual. Esta cuida y posee propiedades protectoras. Para la piel, es como una crema de día casera constituida por diferentes clases de grasa y compuestos de ceras. Gracias a este, nuestro cabello se mantiene suave y brillante.
El sebo graso actúa contra la proliferación de gérmenes, por eso en las zonas grasas residen menos familias de agentes patógenos, aunque evidentemente populan los amigos de la grasa como la Malassezzia fufur a la que les encanta los granos de acné.
Muchos cosméticos anuncian promesas de combatir la actividad de las glándulas sebáceas y/o la piel grasa, pero es Totalmente falso, pues las glándulas sebáceas se asientan en las capas más profundas de la dermis y ninguna crema llega hasta allí, ni siquiera las anti-acné de prescripción médica pueden influir sobre el excesivo flujo de sebo.
LA HIPODERMIS
La Hipodermis es nuestro amortiguador, es blando y a la vez le confiere a nuestro cuerpo curvas y contornos suaves. Aquí se encuentra nuestra capa aislante “de biopreno” contra la congelación: El tejido subcutáneo. Por esta razón las personas delgadas se enfrían antes que las que tienen un grueso tejido graso.

LAS CELULITIS
La celulitis ataca en primer lugar a las mujeres. Delgadas y gordas. El tejido graso de la hipodermis que tenemos todos los seres humanos está constituido por lóbulos grasos separados por fibras de tejido conjuntivo. En las mujeres, el entramado o la malla del tejido conjuntivo se perfila con la ayuda de los estrógenos, las hormonas femeninas. De ahí que las mujeres desarrollen fibras de tejido conjuntivo en sentido vertical a la piel. Cada punto de acoplamiento de las fibras conectivas tira de la piel hacia abajo, y como consecuencia de ello la capa de grasa sube, abultando la piel hasta el siguiente cordón fibroso; la vuelve a desplazar hacia abajo, igual que en un colchón de muelles. Su sentido es que, en caso de embarazo, las mujeres puedan hacer acopio de una reserva de grasa con rapidez.
También los hombres tienen tejido graso en la hipodermis, por supuesto, pero el suyo está dotado además de un entramado de fibras cruzadas en diagonal. Esto significa que una red de fibras atraviesa la grasa en sentido cruciforme, de tal manera que, en su caso, todo se mantiene bien pegadito y liso, incluso cuando un hombre es más bien regordete.
RECUERDA: Ni los geles ni las cremas baratas, caras o 100% naturales, sirven de gran cosa, tratándose de la celulitis.
Seguiremos con la parte 2 del Libro el próximo viernes, donde hablaremos de: Las etapas de la piel y su relación con el entorno: La piel del bebe, adolescente, adulto y en la vejez. El sol y las quemaduras solares, cuidados corporales, Alergias de contacto, verrugas y hongos, várices, arañas vasculares, las zonas erógenas, Pathos eróticos y sus agentes patógenos.
Pingback: CUESTIÓN DE PIEL – Online Lorena Gil